
Trabajamos cada jornada para que los accidentes laborales no ocurran, buscamos todas las formas posibles para reducir los riesgos y evitar cualquier tipo de problema para nuestros trabajadores y compañeros de tareas. Sin embargo, sabemos que los accidentes, o mejor dicho los imprevistos, siempre están presentes. Por lo tanto, hoy buscaremos dar algunas recomendaciones que nos pueden ayudar a actuar mejor cuando tenemos que dar respuesta a algún hecho que no estaba en nuestros planes.
- En primer lugar, debemos tener en cuenta que es fundamental que los operarios y los responsables de áreas se formen y conozcan todo lo posible en materia de primeros auxilios. Esto es una tendencia a nivel mundial, y la capacitación y actualización periódica de conocimientos para los trabajadores de nuestras industrias o fábricas siempre debe ser un elemento de relevancia a considerar.
- En segundo lugar, hay que tener presente que, muchas veces las consecuencias que termine dejando un accidente laboral de cara al futuro de la persona, pueden estar determinadas por qué tan rápido se respondió o se dio atención al problema. Por lo tanto, el tiempo es oro en estas situaciones, e igual de importante es dar una respuesta capacitada, razonada e integral, y no actuar de forma imprudente e impulsiva, simplemente con la excusa de “querer ayudar”.
- Luego, sepamos que contar con un botiquín de primeros auxilios es clave. En la mayoría de los países esto es obligatorio, pero más allá de eso, debemos preocuparnos por revisarlo y chequear que se mantenga completo y con los artículos en correcta forma y fecha de preservación. Los botiquines deben tener, de acuerdo a lo establecido por la reglamentación, artículos para atender casos como pequeños daños, cortes, rasguños, pinchazos, heridas, quemaduras, ampollas, contusiones y torceduras, y también deben ser fáciles de transportar, de modo de acercarlos al lugar del accidente en cuestión.
- Ante un accidente, debemos recordar tres palabras: proteger, avisar y socorrer. Proteger implica que antes de realizar cualquier acción, debemos tener la seguridad de que el accidentado y nosotros mismos ya estamos fuera de riesgo y fuera del alcance de más daños. Esto quiere decir, que la máquina en cuestión ya se detuvo, que la pérdida de gas o líquido se frenó, o cualquier situación similar. Luego, avisar: dentro de lo posible, busquemos ayuda y demos cuenta a los especialistas: médicos, bomberos, etcétera. Y socorrer: actuar sobre la persona lesionada o accidentada dentro de nuestra capacidad para hacerlo, por ejemplo, ver su estado de conciencia y pulso.
- Precaución extrema en la movilización del herido. La idea general es que a la persona accidentada no hay que moverla, salvo que su integridad esté en peligro en caso de permanecer en donde está: por ejemplo, en un incendio. En caso de ser necesario su traslado, hay que hacerlo con total precaución, y de acuerdo a los criterios que se hayan incorporado en los cursos correspondientes, como mencionamos al comienzo.
Si quieres tener más información sobre algunas herramientas disponibles para la prevención de accidentes en tu industria, no dudes en contactarnos.
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