El ingreso de una persona nueva en nuestros equipos de trabajo debe ser tomado como un proceso que requiere atención y un debido acompañamiento, de modo tal de evitar errores de seguridad y accidentes de trabajo. En tal sentido, comentaremos a continuación cómo atravesar esa etapa a través de 3 pasos clave que pueden resultar de utilidad tanto para el operario en cuestión, como para los líderes del equipo:
1) Bienvenida y capacitación.
El ingreso del nuevo operario al equipo de trabajo nunca puede ser una instancia abrupta, no puede ser un salto directo hacia sus nuevas funciones, sino que debe ser un proceso gradual de otorgamiento de información y responsabilidades. La persona que ingresa a una industria se enfrenta, por lo general, a un abanico muy diverso de información a incorporar, a procesos complejos y a un gran número de personas a conocer, lo cual le demandará mucha atención y desgaste mental, a la misma vez que hace el intento de dar lo mejor de sí para cumplir con su tarea en buena forma. Eso debe ser contemplado y previsto, y la persona debe recibir una bienvenida que lo ayude a pasar por todas esas situaciones; que lo capacite y le permita procesar y asimilar toda la información necesaria para su puesto de trabajo.
2) Acompañamiento y avance progresivo.
En las primeras horas y en los primeros días de trabajo, el operario será más proclive a equivocarse en sus tareas, en parte por la falta de conocimiento de las mismas, y también por la falta de dominio de su propio entorno. Por lo tanto, es fundamental acompañarlo, enseñarle y asistirlo en lo que haga falta, comprendiendo sus dudas, y completando una integración paulatina. En muchos casos, resulta de utilidad asignar a un operario de acompañamiento para ese primer período, lo cual consiste en una persona de referencia que asiste al operario nuevo y colabora con él de modo de evitar errores y minimizar la posibilidad de que cause accidentes de trabajo o afecte la seguridad laboral. Se trata de una etapa inicial, pero que genera un gran aporte en el largo plazo y mejora los niveles de seguridad, bajando las probabilidades de accidentes laborales.
3) Seguimiento y evaluación.
Una vez cumplida esa segunda etapa, el operario ya comenzará a realizar sus tareas con total normalidad, y con un amplio sustento logrado en su proceso de bienvenida y acompañamiento. De todos modos, resulta positivo y recomendable establecer un calendario de evaluación y seguimiento del desempeño del operario. Esto tiene un doble impacto positivo; por un lado, permitirá al equipo de trabajo y a la persona responsable, asegurarse de que el operario está cumpliendo con los objetivos y procedimientos establecidos, actuando de acuerdo a las normas. Y por otro lado, brindará al operario una instancia más de intercambio, donde podrá plantear dudas y realizar comentarios sobre cómo se viene sintiendo en su tarea y cómo observa el entorno laboral, y podrá tratar cualquier otro aspecto que entienda relevante.
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